El pasado 25 de mayo, el Congreso Brasileño adoptó por mayoría una reforma del Código Forestal brasileño, en la que se establece una amnistía general para aquellos que incurrieron en delitos contra la vegetación hasta 2008 y que amplía las áreas de uso agropecuario susceptibles de tala, flexibilizando así las normas medioambientales.
La Presidenta Dilma Rousseff ha calificado la medida adoptada de “vergüenza para Brasil” y ha adelantado que vetará su entrada en vigor. Esta votación ha tenido lugar una semana después de que se conociera que, entre marzo y abril, se han producido 590 kilómetros cuadrados de deforestación, cerca de seis veces más que en el mismo periodo el año pasado.
La Presidenta Dilma Rousseff ha calificado la medida adoptada de “vergüenza para Brasil” y ha adelantado que vetará su entrada en vigor. Esta votación ha tenido lugar una semana después de que se conociera que, entre marzo y abril, se han producido 590 kilómetros cuadrados de deforestación, cerca de seis veces más que en el mismo periodo el año pasado.
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