¿Quién nos iba a decir que la primera revolución popular del s.XXI provendría del mundo musulmán? En apenas, un mes han caído Ben Alí y Hosni Mubarak en Túnez y Egipto respectivamente. Y que se prepare Bouteflika, porque también pinta feo para él. Marruecos, Jordania, Siria e Irán observan con preocupación esta saludable oleada, que desde aquí, celebramos con alegría y entusiasmo.
Cuántas lecciones de militancia y responsabilidad democrática para occidente, donde pareciese que la ciudadanía viviese dopada ante cualquier avatar socio-político.
Que se congelan las pensiones, vale. Que se aumenta la edad de jubilación con la complicidad de esos dos sindicatos que todos conocemos, vale. Que se congelan los salarios, estupendo. Que el paro aumenta y aumenta y los poderes públicos, como bien señala “El Jueves” han parido un nuevo “superhéroe” llamado “Despiderman”, tampoco nos mueve del sillón.
Mucha gente argumenta que no es lo mismo movilizarse contra un dictador tirano auto impuesto, que reivindicar derechos sociales y laborales básicos. Obviamente, aquello es mucho más difícil y requiere de un valor que desde luego nos es muy ajeno.
Por eso mismo sorprende. Sorprende que la juventud, la consabida “clase trabajadora” (aunque ya no sepamos muy bien a qué o quienes nos referimos con la denominación), los mayores, en definitiva, la ciudadanía, haya sido incapaz de aprovechar la coyuntura de crisis para salir a la calle a reivindicar lo que es suyo por derecho.
Quizá la estrategia más pérfida y eficaz del capitalismo es hacernos creer que la felicidad reside en el consumo. Y que, ocurra lo que ocurra, debemos transigir para volver al mismo consumismo desenfrenado que, en parte, es culpable de la crisis socio-ambiental.
¿Hasta cuando observaremos desde la comodidad de nuestros sofás el atropello de nuestros derechos y las movilizaciones que, en otros países, dan al traste con gobiernos títeres dictatoriales?
Las maravillas de la “tdt party”, supongo. Con tanto canal, podemos seguir ignorando ambos fenómenos y perdernos en un submundo de telemierda para el cerebro.
2 comentarios:
por eso la tele...a la basura...
Totalmente de acuerdo. Hace poco me acordaba de esta cancioncita de Celtas Cortos que haces años decía tranquilo majete en tu sillon.
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